Subarrendamiento
A menos que el contrato lo permita, un inquilino no puede subarrendar (alquilar la unidad de alquiler a otra persona) a menos que el propietario apruebe. Sección 91.005 del Código de Propiedad. Si un inquilino subarrienda sin el permiso del propietario, el arrendador puede expulsar al subarrendatario y demandar al inquilino original por cualquier daño, incluyendo el gasto asociado con expulsar al subarrendatario, o daños causados por el subarrendatario, mientras dure el acuerdo.
Muchos propietarios prefieren no subarrendar en general porque sería usted en vez de él quien tome la decisión acerca de quién puede vivir en su propiedad. Aun si el contrato sí le permite subarrendar su unidad, el proceso es complicado. A menos que el subarrendatario (la persona que le paga renta a usted) y el propietario firmen un acuerdo de alquiler entre ellos, usted se convertirá en el arrendador del nuevo inquilino.
Por ejemplo, su subarrendatario tendrá que dirigir las solicitudes de reparaciones a usted. Entonces usted tendrá que dirigir esa solicitud al propietario. Mientras tanto, tendrá que asegurarse de que su arrendador reciba los pagos de la renta, incluso si su subarrendatario deje de pagar. Usted también será responsable hacia su arrendador por cualquier daño que haya causado su subarrendatario.
Si se tiene que mudar de su departamento, debe facilitar un acuerdo entre el arrendador y la persona que va a vivir en la unidad. Pida a su arrendador una rescisión por escrito que le libere de cualquier futura responsabilidad bajo su contrato. Esto ayudará a evitar quedar en un sitio incómodo entre el propietario y el subarrendatario.